Figuraba como primer suplente para jugar este torneo y me avisaron cuando José Luis Vilela no pudo asistir por estar en los examenes finales de su carrera universitaria.

Dadas las precarias condiciones del transporte desde la lejana provincia de Oriente, el viaje sin planificación previa fue dificil y extenuante. Logré llegar al límite, con 3 rondas de menos y para recuperarlas me ví obligado a enfrentar sin descanso a numerosos maestros que me superaban en experiencia y conocimientos.

De hecho, creo recordar que era el único participante que no tenía Elo.

Esta inesperada oportunidad la aproveché muy bien, jugando con mucha calidad, al punto de estar muy cerca de conquistar el título de Maestro Nacional, que era todo un lujo por aquella época. Necesitaba ganar en la última ronda contra Quinito y en posición de tablas forzadas evité la repetición para perder medio punto de forma inocente. Cierto es que pude intentar ganar el día anterior con blancas frente a Eleazar Jiménez pero no me sentía capaz y preferí jugármela en la última, en que finalmente no lo hice bien.

El ambiente era muy agradable y para mi mucho más, al poder confraternizar por primera vez con los mejores jugadores cubanos. Nos alojamos en el Hotel Oasis de Varadero, un lugar fantástico.

Victorias: Gilberto García, Triana, J.J.Hdez, Soler, S.H.Padrón, L.Fuentes, J.Altuna

Tablas: A.Barreras, Lebredo, Arnaldo Valdés, Eleazar Jiménez, W.Serrano, Ciro, O.Trujillo, Boudy, Wilito

Derrotas: Juan Fdez, Guillermito, Quinito